- Las hojuelas de la avena tienen la propiedad de absorber la suciedad y los residuos naturales que se acumulan en los poros.
- Disminuye la dureza del agua debido al fósforo que la compone.
- Evita la deshidratación de la piel logrando una acción hidratante y emoliente sobre ella.
- Ayuda a calmar las irritaciones de la piel, ya sea por alergias o daños causados por quemaduras, marcas de heridas y demás.
Es por esto que la avena es utilizada en muchos productos cosméticos, pero ahora hablaremos de algunos tratamientos para el cuidado de la piel, en donde la avena es la protagonista:
- Para limpiar la piel: La avena ayuda a disminuir el acné, los granos y espinillas. Mezcla 2 cucharadas de harina de avena con una cucharadita de miel y 2 claras de huevo hasta que obtengas una pasta homogénea. Esparce la crema sobre el rostro y déjalo actuar por 30 minutos. Pasado el tiemo lavate la cara con agua tibia y verás que los resultados serán asombrosos.
- En el caso de las quemaduras: La avena alivia la irritación y el dolor causado por la exposición al calor, ya sea a los rayos del sol o al fuego u objetos calientes. Lo único que tienes que hacer es aplicar harina de avena sobre la piel afectada, ya sea sola o mezclada con sábila para que la irritación disminuya.
- Exfoliaciones caseras: La avena es muy buena para eliminar las células muertas y las impuresas que se acumulan, generalmente, en el rostro. Mezcla 2 cucharadas de avena en hojuelas con dos cucharas de leche o agua tibia y forma una pasta. Unta la pasta sobre todo el rostro con movimientos circulares, deja que actue por 15 minutos y enjuaga con agua tibia. Para el caso del resto del cuerpo, mezcla 1/2 taza de avena en hojuelas, con media taza de sal marina molida y 2 cucharadas de aceite de oliva. Aplícate la pasta con la ayuda de un guante y realiza movimientos circulares. Luego de 10 minutos enjuaga la piel con toques de agua fria y caliente, los resultados serán una piel limpia y tersa.
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