Puntos negros, espinillas granitos, en definitiva el acné no es algo que esté únicamente reservado a las pieles adolescentes. Es por eso que necesitamos tener en cuenta una serie de rutinas que nos permitan tener una piel sin impurezas.
Si ya no tenemos quince años, ¿por qué un día amanecemos con un grano en la frente o varios puntos negros en la barbilla? La producción de sebo de la piel habitualmente se regula de forma natural, pero circunstancias externas como el estrés, el cansancio o la contaminación pueden afectar negativamente.
Efectivamente, todos esos factores que acabamos de citar pueden ser un desencadenante que haga que nuestra piel sea pasto de una serie de cambios hormonales que se concretan en una sobreestimulación de la producción de grasa de la piel, con los efectos negativos que ello conlleva.
Así cuando hablamos de llevar a cabo acciones que nos permitan tener una piel sin impurezas, tenemos que tener en cuenta que es esa y no otra la razón por la que aparecen los puntos negros, los poros dilatados, los granos, el tono apagado y problemas similares.
Dentro de nuestras rutinas que permitan cuidar nuestra piel, el primer aspecto que tenemos que cumplir es asegurar que dotamos a nuestra piel de una higiene meticulosa, en ese sentido desmaquillarse dos veces al día con una crema, jabón o mousse es absolutamente imprescindible.
Los problemas de impurezas que conocemos no son exclusivos de aquellas mujeres que usan el maquillaje con frecuencia; lo cierto es que aunque no nos maquillemos, nuestra piel se va a ver afectada por una multitud de sustancias de tipo contaminante.
Así que si queremos conseguir tener una piel sin impurezas, debemos asegurarnos cada mañana y antes de acostarnos de limpiar a fondo nuestra piel. En ese sentido es importante que nos olvidemos de las toallitas desmaquillantes para usarlas a diario.
Lo cierto es que es un complemento fantástico para ir de viaje o para tenerlas siempre a mano en nuestro bolso, pero tengamos claro que no pueden eliminar los residuos de los poros como los productos cosméticos en textura jabonosa o fluida.
Si aparece un punto negro, debemos darnos un baño de vapor para dilatar el poro y límpiarlo con la ayuda de un pañuelo de papel, presionando con cuidado en los bordes sin arañar la piel. Si pese a limpiarlo el grano termina apareciendo, no debemos hurgarlo nunca.
En aras a conseguir tener un piel sin impurezas y cuando aparezca un grano como consecuencia de un punto negro, conviene que preguntemos en la farmacia si sería conveniente que utilizaramos una pomada antiséptica que lo sque antes y prevenga una posible infección.
También debemos tener especial cuidado con los maquillajes. Imprescindible elegirlos libres de aceites y comedogénicos, lo que significa que han demostrado no provocar acumulaciones en los poros que se convertirían en comedones o puntos negros. Debemos dejar respirar nuestra piel unas horas al día libre de maquillaje y nunca dejarlo puesto.
Por último debemos tener en cuenta si vamos a hacer ejercicio que la mezcla de sudor y maquillaje es explosiva. Una vez al mes, debemos hacernos una limpieza de cutis en un salón de estética para que retiren las acumulaciones de grasa y suciedad de los poros. Así lograraremos que respiren de nuevo y que la piel recupere su tono luminoso y libre de imperfecciones.
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