miércoles, 2 de octubre de 2013

El rizador de pestañas: elección y uso



En muchas ocasiones hemos hablado de la importancia que tiene nuestra mirada para el conjunto de nuestro aspecto, especialmente para la belleza de nuestro rostro. Hoy nos vamos a detener en un instrumento que ayuda a dar el mejor aspecto a nuestros ojos, hablamos del rizador de pestañas.

Lo primero que podemos decir de este accesorio de belleza es que a pesar de ser uno de los aparatos más sencillos y clásicos que podemos encontrar en nuestro neceser, es también el más efectivo cuando se trata de dar una nueva expresión a tu mirada.

El rizador tiene como principal ventaja el conseguir curvar nuestras pestañas sin necesidad de utilizar máscara. Partiendo de esa idea nosotros vamos a intentar ver en nuestro artículo de hoy cómo podemos sacarle todo el partido a este accesorio de belleza.

Se nos puede plantear la duda de si se trata de un artilugio adecuado para todas las mujeres, y lo cierto es que para aquellas que son apasionadas de las máscaras que curvan las pestañas y hacen que la mirada sea infinita, el rizador de pestañas no puede faltar en su kit de maquillaje.

Con un simple gesto, deja unas pestañas perfectas, ampliando la mirada y potenciando la expresividad de los ojos. Ante tales beneficios, la clave de su eficacia va a radicar en saber cómo elegir un buen rizador y en aprender a usarlo correctamente.

En primer lugar, por tanto, veremos las claves para elegir el rizador. Parece obvio hablar de calidad, pero en este artilugio de belleza es particularmente importante que la goma sea gruesa y suave, para que no dañe las pestañas, y que el mecanismo de presión tenga una buena amortiguación.

Eso significa que con una simple presión del rizador de pestañas, estas deben quedar perfectamente curvadas, sin insistir ni apretar más de la cuenta. Además, es importante atender a la forma de los ojos para elegir un rizador que abarque toda la línea de las pestañas, incluídas las más pequeñas en el extremo.

Evidentemente si tuvieramos que dar una clave para asegurarnos que vamos a acertar en la elección del rizador adecuado, no hay otra mejor que poder probarlo antes de comprarlo. De esta forma podemos ver su correcta adecuación a la forma de nuestros ojos.

En cuanto al correcto uso de este accesorio de belleza, existen una serie de trucos para usarlo bien. Por ejemplo, deberíamos comenzar por entreabrir el ojo y colocar la línea superior de las pestañas entre las dos gomas, justo por la raíz.

Tras colocar el rizador de pestañas en esa posición, haremos una pequeña presión, sin insistir, y después desplazaremos el rizador al centro de las pestañas, para lograr un mayor arco de curvatura. Debemos hacerlo siempre antes de aplicar la máscara, para evitar que se rompan cuando están secas por efecto del producto.

En el mercado podemos encontrar rizadores clásicos o con calor, que actúan moldeando la pestaña. Estos se utilizan siempre después de aplicar la máscara. Tras utilizar el rizador, debemos limpiarlo con un paño suave, podemos aplicar una gota de aceite vegetal, como el de almendras, para eliminar cualquier resto, secando bien después.

Por último debemos tener en cuenta que en el eomento que veamos que la goma está gastada o que la amortiguación no es firme, debemos cambiarlo. Un mal rizador puede partir las pestañas y dejarlas en un antiestético efecto doblado, en vez de curvarlas.


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