Cuando los alimentos se cocinan, sus componentes de desintegran en partes más pequeñas que pueden ser mucho más digestibles y permanecen menos tiempo en el estómago. Es por ello que cuanto más entero o al dente esté el alimento, más te saciará. Por ejemplo una patata en puré llenará menos que una cocida.
- Comenzar las comidas con una sopa o una ensalada tiene dos grandes ventajas: te aportan muy pocas calorías y ocupan gran volumen en el estómago, distendiéndolo. Esa es la señal que necesita el organismo para liberar las hormonas que dan la sensación de saciedad.
- Las proteínas tienden a retardar el vaciado gástrico, lo que ayuda a retrasar la sensación de hambre.
- Incluye fibra en tu alimentación. Sea soluble o no, retardan la absorción intestinal de los hidratos de carbono. Además algunos tipos de fibra por su efecto de volumen, incrementan la sensación de saciedad.
- No elimines las grasas totalmente de tus comidas, ya que el poder saciante de ellas es muy alto. Los especialistas en nutrición recomiendan un 30% de grasas “buenas” como parte de las calorías diarias permitidas.
- Espera diez minutos antes de tomar el postre. Así ayudarás a tu organismo a fabricar pepsina (sustancia relacionada con la sensación de saciedad), de esta manera los postres dulces te apetecerán menos.
- Reorganiza tu despensa. Haz una lista de los alimentos que más te provocan cuando tienes ganas de comer. Evita tenerlos en casa y busca sustituirlos por otros de consistencia similar pero con menos calorías.
Fuente: Revista Clara 206
Fuente: 7 Consejos saludables para que tus comidas sean más saciantes
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