jueves, 18 de julio de 2013

Los pies planos y los pies cavos




Dedos en garra, callos, durezas, juanetes… son algunas de las molestias más comunes de los pies. La mayoría de ellas son consecuencia directa de otras alteraciones estructurales más importantes como los pies planos o los pies cavos.

Estas alteraciones es importante que sean corregidas a tiempo ya que de esta forma poderemos no solo prevenir estas dolencias referidas, sino también otros problemas mayores como los dolores de rodilla, cadera y espalda.

Aunque pueda resultar extraño, muchas de las dolencias comunes que aparecen en los pies, callos, durezas, juanetes, dedos en garra, están relacionadas con tener los pies en lo que podríamos denominar cavos o planos.

Dentro de los pies planos o los pies cavos, el pie se considera cavo o excavado cuando su bóveda plantar, comúnmente conocida como arco del pie, es muy alta, es decir, existe una curvatura que resulta excesiva.

Por el contrario, se habla de pie aplanado o plano cuando hay ausencia de arco o este está muy disminuido. Según los expertos, el 50 por ciento de la población tiene un tipo de pie normal o fisiológico, aproximadamente el 35 por ciento padece pie laxo y el resto pie cavo.

Los casos de pie plano no son muy comunes; sin embargo, los casos de pie laxo o valgo, muy flexible, o con mucho arco cada vez se ven más en consultas. La explicación a esta tendencia se debe, según los expertos, al hecho de llevar zapatos y andar sobre una superficie plana.

Este hecho está provocando que el ser humano pierda vigor en su aparto locomotor y, concretamente, en sus pies. Así lo explican los podólogos y todos los expertos que están especializados en este tipo de problemas en los pies.

Entre los pies planos o los pies cavos, el pie plano se caracteriza por ser muy flexible y tender a una pisada pronadora. Esto quiere decir que la persona sin arco, al caminar, apoya más peso en la parte interna del pie.

En consecuencia, y debido a estas formas de andar, surgen algunas molestias podológicas como los juanetes, que es la desviación del dedo gordo hacia dentro; durezas en los metatarsianos centrales y en el borde interno del dedo gordo por la presión con el calzado, sobre todo si este es de punta estrecha.

Cuando se tiene los pies cavos, el apoyo se realiza en una superficie menor, talón y antepié, lo que potencia las torceduras, los dedos en garra, callos en el dorso de los dedos por el roce del zapato, etc.

Una vez visto algunos problemas de los pies planos, cabe destacar que uno de los problemas más preocupantes derivados de un pie cavo es la fascitis plantar, que es una inflamación muscular de la planta del pie y que conlleva dolor de talón, incluso algún moratón en esta zona.

Los pies no son los únicos afectados cuando se tienen alteraciones como los pies planos o cavos, también existen otras consecuencias directas como el dolor de rodillas o de espalda. A los podólogos les preocupa sobre todo los problemas derivados del pie laxo, porque es muchísimo más frecuente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario