domingo, 7 de julio de 2013

Mascarilla de yogur para las arrugas del cuello




Una piel que se debilita con los años

El cuidado de la piel, a medida que avanza el tiempo, debe ser cada vez más profundo. Y el cutis del cuello no debe ser pasado por alto. Es que es una zona que requiere de cuidados bastante especiales para lucir bien. Prueba con esta mascarilla de yogur.

  "Los años no vienen solos", reza un refrán que, por más viejo que sea, no deja de perder vigencia. El paso del tiempo puede tallar fuerte en la piel de cualquier persona y eso no suele gustarle mucho a nadie. Aquellos que gustan de estar siempre radiantes estéticamente, no van a hacer otra cosa que dar pelea y tratar de revertir la situación.

Una zona bastante crítica, que suele desgastarse con el paso del tiempo, es el cuello. Su piel es muy delicada y puede tornarse flácida, sin vida, arrugada y falta de nutrientes. Claro está, si no pones en práctica las precauciones necesarias como para evitarlo. Una de las mejores formas de mantener hidratada dicha zona del cutis es poniendo en práctica esta sencilla mascarilla casera.

Ingredientes:

Dos cucharadas generosas de yogur natural (sin azúcar)
Una cucharada de miel
Una cucharada de aceite de oliva
Una cápsula de vitamina E

Preparación:

No hay ningún misterio a la hora de preparar esta mascarilla casera. Simplemente debes colocar el yogur (fundamental que sea sin azúcar y sin sabor) en un recipiente, añades posteriormente la miel y, por último, incorporas el aceite de oliva. Mezcla bien, agrega la infaltable cápsula de vitamina E (la de la juventud) y termina por amalgamar el truco de belleza.

A la hora de aplicar, también es muy simple la cosa. No tienes más que untar tu cuello con la mascarilla, dejando que absorba bien en tu piel y que haga sus efectos durante 15, 20 minutos. Retira con agua bien fría y no olvides repetir la aplicación dos o tres veces a la semana.

También podrás optar por otras opciones de cara a mantener tu cuello impecable, a pesar del paso del tiempo. Puedes probar con una mascarilla de aloe vera o, por qué no, con una de frutas y miel.

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